La logopedia tiene por objeto la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos del habla, la voz, las funciones orales no verbales como la deglución, el lenguaje oral y escrito y otras formas de comunicación en personas de cualquier edad.
Por ello, se configura como función primordial del logopeda, planificar y ejecutar intervenciones preventivas para reducir la incidencia de estos trastornos y para mejorar las funciones verbales y comunicativas en personas sanas.
Los trastornos más habituales en este campo son: